-->

11 noviembre 2011

Comunidades virtuales

Esta entrada no es demasiado friki. Sáltatela (no digas que no te avisé).

Estos últimos días me he ido enterando de la existencia de una polémica en torno a Google Reader. Al parecer, Google ha eliminado funcionalidades que dotaban a Google Reader de ciertas características de red social (seguir a personas, compartir contenidos, etc.), de modo que eso se quede directamente para Google+. Y de repente, ha estallado la polémica. Resulta que lo que yo identificaba como poco menos que una herramienta para agrupar tus RSS, en realidad era una especie de oasis para los que querían crear una comunidad centrada en los contenidos sin todo el "ruido" de las redes sociales masivas como Facebook o... bueno, como Facebook :D.

Y claro, uno se pone a pensar y a divagar, y termina aceptando que hay otros mundos, pero están en este: el día menos pensado le das una patada a un bote y te aparece una comunidad de 15.000 usuarios que llevan años embarcados en un proyecto con objetivos difusos (o clarísimos) y que han creado su propio argot, costumbres y gurús (como los que envían viñetas a Cuánto cabrón). Y es que nunca se sabe cómo van a terminar usándose las herramientas de Internet (el propio Facebook era un sistema para estar en contacto con antiguos compañeros de estudios, y hemos terminado usándolo hasta para organizar revoluciones); pero al final casi cualquier herramienta de Internet se termina usando para ver porn... estoo, para crear comunidades.

Algo que me gusta mencionar frecuentemente es el hecho de que con Internet se han salvado innumerables aficiones gracias a que, no importa lo que te guste, seguro que existe una comunidad de usuarios centrada en un foro, una red social o un grupo de blogs (o mismamente un lector de RSS con un par de herramientas para compartir información) y que están manteniendo viva dicha afición mediante el intercambio, la compra-venta y la creación o traducción gratis total de material. Yo siempre tiro hacia el lado friki de la vida (rol, wargames, fantasía y ciencia ficción), pero realmente he visto foros con miles de temas y decenas de miles de mensajes sobre aeromodelismo e incluso foros de gente que prepara su boda (!) dónde incluso después de haberse casado, siguen participando :D.

Pero claro, no da tiempo a estar en todas partes a todas horas. Por mucho que lo intentes, es imposible dedicar todo el tiempo que quieras a lo largo del día para actualizar, comentar y seguir tu Facebook, tu Twitter, tu Google+, tu lista de blogs, tus foros favoritos, tus dos o tres periódicos, lo último de Meneame, tus partidas en Comunidad Unbría, tu MMORPG favorito, los vídeos y presentaciones y chorradas que te envían tus colegas por correo electrónico o por el móvil... coño, ¡es que NO DA TIEMPO!

Así que, ¿qué es lo que terminamos haciendo? Crearnos nuestro pequeño eMundo. Quizá nos leemos un poco de Facebook, algo de Twitter, 15 blogs, echamos una partida a algo, leemos por encima las noticias y participamos en unas cuantas cosas. Un subconjunto de Internet, una pequeña eVida.

Pensando eso, he recordado un estudio que leí hace mucho tiempo que afirmaba que, después de miles de años viviendo como cazadores recolectores en pequeños grupos de unas cuantas familias, los humanos estamos acostumbrados a crear nuestra "pequeña tribu" de unas 50 personas. Es decir, el tamaño que tenían las tribus de cazadores en el Paleolítico o el Neolítico (un lítico, en resumen). Y da igual que vivamos rodeados de decenas de miles de personas, al final resulta que nos terminamos relacionando de verdad con unas 50 personas. ¿No habéis pensado nunca en el número de gente con la que interactuais de forma habitual en vuestras vidas? No gente que conozcas, sino gente con la que pases realmente tiempo, con la que hables, que te importen. Contando familia, amigos y compañeros de trabajo, el caso es que suelen salir unos 50 :D. Y cuando te implicas más en un grupo por la razón que sea, terminas dando de lado a otro. Yo al principio pensaba que es que claro, perdía el contacto, pero ahora pienso que simplemente mi cerebro va "echando de la tribu" a unos y metiendo a otros ;).

Las comunidades que se forman en Internet funcionan exactamente igual. Se van agregando a nuestros 50 compañeros de tribu aunque no les veas las caras y empiezas a dejar de lado a otras personas para hacer hueco, aunque estas personas pertenezcan al "mundo real". ¿Que los grupos que conoces por Internet no son igual de "auténticos" que los que conoces en el mundo real? Bueno, puede ser, pero hay estudios neurológicos que dicen que cuando un humano coge una herramienta con la mano, al poco tiempo su cerebro ya se ha adaptado para considerar dicha herramienta como una extensión del propio cuerpo. Posiblemente Internet funcione igual, ampliando nuestros mecanismos de comunicación. Como mínimo, ha ampliado muchísimo el alcance de nuestra voz y nuestra vista.

Centrándonos un poco en el mundo friki (¡por fin!) os diré que a lo largo de mi vida internáutica, he estado apuntado a listas de correo, he frecuentado chats, he jugado a juegos por internet, he participado en foros, me he comunicado vía redes sociales y he escrito muchos, muchísimos correos. En esta etapa de mi vida mi tribu consiste en mi familia, mi familia política, algunos compañeros de trabajo, unos cuantos amigos de partidas, contados amigos de juergas y muchos frikis que frecuentan los mismos blogs que yo. Podría contarlos a ver si salen 50, y podría también contar a cuántos he sustituido en los últimos tiempos. Por ejemplo, durante un tiempo frecuenté SPQRol, pero no llegué a dar el salto a su nueva ubicación porque... bueno, porque no me daba tiempo a seguir todos los temas y contestar todo lo que me apetecía.

¿A qué viene toda esta reflexión? Bueno, no tiene porqué venir a nada, no sé si os habéis fijado en que últimamente estoy de un humor algo extraño ;). Sin embargo, sí que me parece significativo que la opinión de muchos de los que comentan las entradas de mi blog o la gente que sigo en diversos medios me resulte más importante que la opinión de mi vecino el de arriba o de algún primo con el que mantengo lazos de sangre.

Reflexionemos, compañeros frikis. ¿A cuántas comunidades pertenecemos? ¿Cuántos miembros de dichas comunidades forman realmente parte de nuestras vidas? ¿Hemos renunciado a ciertos grupos para integrarnos en otros? ¿Nos ha compensado el cambio? Ah, es que la vida es cambio.

...

Mientras termino de escribir esto me llega la noticia de que Google va a cerrar Buzz. ¡Cabrones! ¿Cómo pueden destruir una herramienta que me ha ayudado a crear una comunidad de amigos para toda la vida? ¡Hijos de puta de Google! ¿Que será lo siguiente? ¿¡Blogger!? ¡Llevaos directamente a mis hijos si os atrevéis, bastardos! ¡A laaaaas barricaaaadaaaaas!

...

O bueno, en fin, ya me engancharé con alguna otra cosa...

Saludetes,
Carlos

P.D.: La siguiente entrada va a tratar de rol. Prometido.

10 comentarios:

  1. Yo era de los del Google Reader... ;_;

    En otro orden de cosas, creo que tienes razón en lo que comentas. Pero ahora gracias a internet es mucho más fácil tener relaciones con miembros de "otras tribus". Antes les veíamos una vez al año, con suerte, pero ahora al menos podemos charlar un rato una vez al mes.

    Y bueno, también está el hecho de que los miembros de mi tribu puede que vivan en Burgos, Londres o Finlandia, pero eso ya quedaba implícito en tu entrada.

    ResponderEliminar
  2. ¿En esos 50 también entran enemigos? Más que nada porque hay gente que por mucho que te la quieres quitar de encima siempre terminan entrando en tu círculo a pesar de lo mucho que te esfuerzas por ignorarlos o directamente mandarles bien lejos...

    A pesar de no ser rolera (pero creo que sí friki, o más bien geek) a mi la entrada me ha gustado :)

    Saludetes,
    P.d.: Esta es la 2ª vez que escribo esta respuesta (cada vez cambio una cosa nueva) parece que blogger no me va muy bien hoy...

    ResponderEliminar
  3. Morgan: And my axe!

    Wachinayn: Vaya, lo siento :(. Evidentemente, sí, ahora tu tribu puede estar formada por gente que vive a miles de kilómetros de distancia, pero es que Internet ha hecho que nuestros sentidos se hayan expandido.

    Y bueno, habría que distinguir entre contactos, que podemos tener muchos, y miembros de la tribu, que son gente con la que estás mucho más implicada.

    Maestro: Buena pregunta, lo de los enemigos ;). Bueno, dicen que el amor y el odio son dos caras de la misma moneda, así que me temo que sí, forman parte de tu tribu, aún a tu pesar :D. Digamos que, si te afecta, está en un tribu.

    Ah, y a mi me ha llegado sólo un comentario tuyo, así que sí, puede que el Blogger esté un poco tonto hoy.

    ResponderEliminar
  4. Interesante entrada Carlos. Me has hecho reflexionar sobre varios puntos.

    Por un lado sobre el tema de las herramientas interneteras como las redes sociales, que es cierto que se convierten en una extensión de uno, y se hace un tanto necesario conectarse y ver que se cuece por ahí.

    Lo del tiempo es cierto. NO DA TIEMPO A TODO. Y ni falta que hace. Hay que filtrar, porque sino seríamos unos puñeteros esclavos de la tecnología al más puro estilo ciberpunk. Conozco algunos casos de gente que se pasa todo el día conectado al Tweeter desde que se levantan dando los buenos días a la peña, hasta que se acuestan dando las buenas noches y contando las cosas que se le ocurren durante el día. Claro, esos están puestos en todo, pero qué narices, eso no es vida.

    El tema de las 50 personas me ha resultado curioso. Creo que los grupos de internet no difieren mucho de la vida real. Todos tenemos una serie de necesidades psicológicas que nos transmita ciertos estímulos. El ser humano tiene la necesidad del sentimiento de pertenencia, es decir, el de pertenecer a un grupo o tribu o llámalo como quieras. En realidad es buscar un nexo o un punto en común que hace que las personas se unan. Cuando esa circunstancia que unía se pierde, la amistad se distancia y nos unimos a otros contactos para rellenar ese hueco de quizá 50 personas.Encontrar a gente con puntos en común contigo reconforta, y mucho. En ese sentido hay que agradecerle mucho a internet.

    Luego está el sentimiento de reconocimiento. Consiste en que todos tenemos la necesidad de ser reconocidos por los demás por lo que somos y por lo que hacemos. Dime tú que blogger mantendría su página si no le comentara ni Dios sus entradas. Lo acabaría dejando. O Quién escribiría algo en Facebook si nadie le pusiera un mísero "me gusta". Hay gente que hasta lo necesita para alimentar su hambriento ego.

    Vaya, sí que me ha hecho divagar tu entrada, que no ha sido una entrada friki al uso, pero vaya, todos nos hemos sentido identificados en algún punto.

    Salud!

    Hoz3

    ResponderEliminar
  5. Hoz3: Lo del Twitter, pues no sé, habría que ver cuánta gente aguanta con ese nivel de conexión mucho tiempo. Me parece que ahora muchos tienen (tenemos...) el mal de la "hiperconectividad", la sensación de que, o estás conectado todo el tiempo, o no existes. En mi opinión, es una moda. Tardaremos en digerirlo, pero lo digeriremos, y terminaremos haciendo un uso más racional. Eso sí, siempre quedarán un par de fanáticos.

    Lo de las 50 personas lo leí hace muchísimo tiempo y me pareció muy curioso. Lo curioso es que antes, lógicamente, tenías que formar tu tribu entre la gente que te rodeaba. Ahora tu tribu puede estar increíblemente separada. Pero sigue siendo tu tribu :D.

    Y lo del reconocimiento, por supuesto, hacemos las cosas para recibir una recompensa, aunque sólo sea el reconocimiento (¡lo cual no es poco!). Y en Internet el tema es que puedes ser el campeón de tu foro, o de tu grupo de blogs o de tu lo que sea a poco que te esfuerces. Convertirse en un gurú de Internet no es complicado, es cuestión de voluntad, presencia y esfuerzo. Otra cosa es como digiera cada uno luego la fama ;).

    Veo que sí, al final a todos nos da por divagar. Bueno, no se puede estar hablando de frikismos todo el tiempo :D.

    ResponderEliminar
  6. Muy buena entrada. Me llama la atención las referencias a estudios neurológicos sobre herramientas. Cosas parecidas han apuntado varios autores desde la psicología y la educacion (Begoña Gros, por ejemplo). De todas formas, si tienes esas referencias, que rulen, que estoy interesado :D

    ResponderEliminar
  7. Mario: Gracias, me alegro de que te haya gustado. Lo de la tribu de las 50 personas lo leí hace años (por no decir décadas) y ahora no lo encuentro, pero aquí tienes un artículo de El País con unas cuantas referencias a libros más que interesantes: Internet y el cerebro: una guía para periodistas

    ResponderEliminar
  8. Yo cambiaría lo de "no da tiempo a todo" por "no da tiempo a nada" :-)

    No sé vosotros, pero yo salgo por la mañana al trabajo, me tomo un café y leo durante unos 30 minutos (mi momento preferido del día, el único rato que tengo para mí solo), entro a trabajar, salgo por la tarde, ceno, veo un par de horas la tele, y a cama. Y así día tras día, semana tras semana, mes tras mes. El fin de semana es un respiro, pero pasa pronto y vuelves a la rutina.

    Encajar los (demasiados) hobbies que tengo es imposible, y poco a poco he ido reduciendo el tiempo que les dedico a lo mínimo para mantenerlos con vida. Me duele especialmente lo de la guitarra, a lo que dediqué mucho tiempo y muchas ilusiones cuando era un adolescente con efervescencia hormonal, acné y delirios de grandeza :-)

    Para no acabar el comentario con tanto mal rollo, estoy de acuerdo en lo de las 50 personas. Menos incluso, si me apuras ;-)

    ResponderEliminar
  9. Roberto: Tu caso es muy similar al que comenta mucha gente. Yo diría que siempre hay que intentar mantener una afición, aunque sea sacando el tiempo de donde sea. Si no, al final te sientes un poco Homo Economicus, cuando es mucho mejor sentirse Homo Ludens ;).

    ResponderEliminar